domingo, 9 de abril de 2017

Mi llegada a la escuela…

Al  momento de que me dieron mi orden de presentación  en la SEV,  me comuniqué al plantel asignado para avisar que me presentaría al día siguiente, todo parecía normal hasta ese momento,  sin embargo  cuando llegue,  el director me informó que no me podía recibir pues tenía que verificar primero una gestión que había hecho ante el sindicato y me  pidió que volviera en otra fecha, así que me retiré  y me dirigí a la SEV en donde muy  amablemente me atendieron e indicaron  que no me preocupara, pues sería recibida, y así fue, pero todavía tuve que esperar varios días para ello.
Una vez que fui incorporada, el director hizo una reunión en donde me presento ante todo el personal  el cual me recibió muy bien y hasta la fecha me ha apoyado en lo que he necesitado, por lo cual trato de ser reciproca con ellos, en especial con la coordinadora académica de quien aprendí mucho, pues  ya  tiene cerca de un mes que se jubiló.

Posteriormente, la coordinadora académica me presentó ante los grupos que tengo a mi cargo,  quienes se mostraron respetuosos y me recibieron de buena manera.


Los retos a los que más me enfrente en un inicio...

Uno de los mayores retos fue el control de grupo, pues son demasiado numerosos, aunado a que donde laboro hace demasiado calor y a determinada hora ese factor empieza a interferir en el comportamiento de los alumnos (se muestran inquietos, poco atentos)  y por ende afecta su desempeño.





Mi experiencia más significativa…

Sin duda mi experiencia más significativa fue el desarrollo de mis planeaciones didácticas,  pues aunque tenía la idea de cómo desarrollar la clase y todo ello lo iba desglosando en mi planeación, conforme  transcurrían los días me daba cuenta que tenía que considerar muchos factores que podían interferir en la aplicación de las misma, por ejemplo; que no todos los alumnos aprenden de la misma manera y al mismo paso o  que los tiempos establecidos en ocasiones no son suficientes. Ahora y  gracias al apoyo de mi coordinadora, director y jefe de enseñanza tengo una idea más clara de cómo desarrollarlas.

Conociendo a mis alumnos…

Ha sido todo un desafío conocer a todos mis alumnos, pues los grupos que atiendo tienen entre 33 y 35 estudiantes.  
Considerando lo anterior enfocaré mi experiencia en el 3º “A” el cual está integrado por 35 alumnos,  17 niños y 18 niñas con edades de entre 14 y 15 años cumplidos, son  de clase media-baja, algunos son hijos de ganaderos de la región, otros hijos de personas que trabajan en los ranchos cercanos, de docentes, etc.  La mayoría son de Emilio Carranza, Ver.,  lugar donde se encuentra ubicada mi institución de trabajo, aunque por ser una escuela de concentración también se cuenta con alumnos de municipios cercanos como por ejemplo Alto Lucero. Hay  3 alumnos que dominan el idioma inglés, pues son nacidos en Estados Unidos.  Muchos de los alumnos viven con tíos y abuelitos y sólo ven a sus padres por temporadas, ya que su domicilio está muy lejos de la escuela y por ello optan por vivir con sus familiares  o bien sus padres están trabajando en Estados Unidos.

A ellos les agrada mucho dibujar, y las actividades que más les gustan son el desarrollo de carteles, pues a través de ellos, aseguran comprenden mejor.
Lo que me agradó del grupo, es que es muy participativo y creativo, de hecho de los 5 grupos a mi cargo, es el que mejor aprovechamiento tiene y  lo que menos me agrada es que son demasiado escandalosos e inquietos, principalmente  José Luis,   José Emanuel , Orlando y Carlos.
En general, he tratado  de tener la misma relación con todos, escucharlos por igual y brindarles la atención que me piden.
Finalmente, considero que lo que más me ha limitado para poder conocerlos  a todos es: el tiempo y la disposición del alumnado para ello, ya que para entablar un diálogo se requiere más que unos minutos,  y en clase no se puede, es decir, doy clase o interactúo con cada uno, y si están en el recreo, lo que los alumnos quieren es jugar, desayunar o platicar con amig@s.







Relación y comunicación con la comunidad escolar…

La relación  con los integrantes de mi  comunidad escolar, de manera general ha sido buena y respetuosa,   he tratado de interactuar con todos y de la mejor manera, aunque para ser sincera sólo me acerco a ellos lo necesario, cuando alguno de mis compañeros maestros se acercan para solicitar algún apoyo con mucho gusto se los brindo  y viceversa, en el caso del director, siempre se muestra dispuesto a apoyarme, en cuestiones académicas constantemente nos proporciona material que coadyuve a nuestra mejora como docente.

Al principio uno de mis principales retos fue la interacción con los miembros de mi academia sólo con una maestra era  con la que trabajaba  y con los demás no se prestaba, pues nuestros horarios no coinciden, así que difícilmente nos vemos y cruzamos palabra, sin embargo esa situación ha ido mejorando.




La vinculación con los padres de familia…

Este aspecto si ha resultado algo difícil para mí,  pues las estrategias empleadas como son: mandar a llamar a los padres mediante un recado el cual  deben  firmar de recibido,  hacer  anotaciones en el cuaderno de los estudiantes para que se las muestren a los papás y firmen de enterado y el trabajo conjunto con la orientadora no han dado los resultados esperados pues son muy pocos los padres los que han acudido a los llamados,  sin embargo, se está trabajando en la implementación de otras técnicas para elevar la participación de los padres.

Reflexión sobre mi práctica docente…

De todo lo antes planteado,  creo que he tenido avances, por ejemplo:
1.      He logrado cierta empatía con muchos de mis alumnos, pues al principio  rara vez se acercaban a  platicarme algo de su vida y ahora me buscan para hacerlo, para  pedirme algún consejo o tienen la confianza para exponerme algún malestar con alguno de sus demás maestros, o bien para que los asesore con alguna tarea de otra materia.  Aquí quisiera mencionar un caso, que es relacionado con Carlos del grupo que previamente mencioné, él es un chico demasiado inquieto y con muchos problemas familiares,  cuando inicié el curso con su grupo, les pedí que se fijarán un propósito para la materia  y el respondió que no lo haría pues no sabría si lo cumpliría a lo cual le respondí  “Cómo sabes que no lo cumplirás, si no lo has intentando”, el alumno se quedó callado y  sólo escribió que su propósito sería cumplir con todas sus tareas, al concluir el bimestre, el alumno entrego todo y aprobó con buena calificación su examen, por lo cual lo llamé y le dije “Ya ves como si puedes” y me respondió  sonriente “maestra, sí se acuerda”, a raíz de esa situación siento que se acerca con más confianza a mí, cuando le llamo la atención me obedece, etc., lo quise mencionar, pues es una clara evidencia de lo que podemos lograr al ser empáticos con nuestros alumnos.
2.      Veo que alumnos que no se apuraban en mi clase ya  ponen más empeño,  o alumnos indisciplinados ahora me apoyan para que el grupo esté más tranquilo.
3.      En cuanto a la comunidad escolar, he logrado interactuar más con  otros maestros, y eso me ha dado más confianza para acercarme a ellos y solicitarles algún apoyo, incluso a partir de la última reunión de Consejo Técnico Escolar siento que hay más acercamiento con los miembros de mi academia,  sin embargo, en lo que se refiere a la vinculación  de los padres de familia en la tarea escolar sinceramente creo que no he tenido avance significativo, por lo que ello representa mi mayor preocupación y tendré que redoblar esfuerzos e implentar otro tipo de estrategias, lo cual también me lleva a la necesidad de capacitación  en relación a la problemática.
Finalmente, considero que no voy mal, pero aún tengo mucho por mejorar.